No refuerces la agresividad de tu hijo

Dos hermanos están dibujando y de pronto uno de ellos se levanta y destroza el papel de su hermano. La madre castiga mediante violencia verbal o física.

Cuando los padres castigan mediante violencia, verbal o física, se convierten en modelos de conductas agresivas. El niño se da cuenta que el padre consigue sus propósitos y cuando el niño se encuentre en situaciones conflictivas de su vida cotidiana, imitará esta forma de actuar.

También los compañeros que emiten conductas agresivas son modelos a que el niño observador los aprenda y tienda a imitarlas.




Por otra parte en el mundo actual, el niño está expuesto a otros modelos de comportamiento agresivo, como la televisión, los videojuegos, algunos de lucha libre o investigadores de crímenes que matan a sus adversarios.


También influyen además de los padres, personas adultas representativas para el niño como son los maestros, los entrenadores de actividades deportivas que tanto les gusta participar.

Cuando el niño vive rodeado de modelos agresivos, va adquiriendo un repertorio conductual caracterizado por una cierta tendencia a responder agresivamente a las situaciones conflictivas que puedan surgir con quienes le rodean ya que en la infancia se tiende a imitar los modelos de conducta que se presenta.

En el caso que mencionamos al inicio, vemos que el que agrede con más violencia consigue romper el dibujo, siendo entonces esta actitud un reforzador de su conducta agresiva "lo logré, lo rompí".


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