En el número 150 de la exhortación apostólica sobre el amor en la familia, el Papa Francisco habla de la manera más positiva que se haya escrito sobre la dimensión erótica del amor. Habla de la sexualidad como un regalo maravilloso de Dios para sus creaturas. Nombra a Juan Pablo II en el que rechazó que en la Iglesia haya una negación del valor del sexo humano.
San Juan Pablo II decía: "La sexualidad es algo que se conquista ya que todo ser humano debe aprender con perseverancia y coherencia el significado del cuerpo, el erotismo es una manifestación específicamente humana de la sexualidad." En sus catequesis sobre la teología del cuerpo humano enseña que la corporeidad sexuada no solo es fuente de fecundidad y procreación si no que posee la capacidad de expresar el amor: Ese amor precisamente en que el hombre-persona se convierte en don.
El Papa Francisco habla de un San Erotismo, unido a una búsqueda de placer pero también de admiración, de la dignidad del otro llegando a ser una plena y limpia afirmación gozosa que nos muestra de lo que es capaz el ser humano cuando participa de la creación de Dios.
Algunas preguntas tienen relación con esa admiración de que hablan los Santos Padres, algunas ayudarán a comprender estos aspectos.
¿Acepta tener relaciones sexuales sin "realmente desearlo para no disgustar a su pareja"?
¿Evita expresar sus sentimientos por temor a ser criticada?
Continúa el Papa Francisco diciendo que la sexualidad se llena de patologías de tal modo que pasa a ser cada vez más instrumento de afirmación del propio yo y de satisfacción egoísta de los propios deseos e instintos.
El cuerpo del otro con frecuencia es manipulado como una cosa que se retiene mientras brinda satisfacción y se desprecia cuando se envejece, se enferma o pierde el atractivo convirtiendo así en una fuente de sufrimiento y de manipulación.
San Pablo exhortaba "que nadie falte a su hermano ni se aproveche de él."
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