El peligro de la Anorexia

En muchas ocasiones, las madres de familia son las que llevan a sus hijas a la anorexia. Recuerdo a una alumna, muy inteligente, muy capaz, excelente pintora cuyos cuadros se exhibían en la Sala de Exposiciones de un Centro Cultural.

El futuro parecía exitoso. Su madre era asesora de imagen y sufría por el peso y estatura de su hija.

Todas las mañanas comenzaba el día con esta frase: "Estás gorda" y haciendo que la joven adquiera un miedo intenso a ganar peso.

Su propia madre, obligaba a la estudiante a la ingesta escasa de alimentos o dietas severas.

Cuando bajó de peso, tenía la sensación de estar gorda a pesar de haber adelgazado. Las palabras "Estas gorda" se le grabaron en el inconsciente produciendo una imagen distorsionada de su cuerpo, creando así un sentimiento de culpa o desprecio por haber comido.

En los primeros años de Universidad, esta persona maravillosa dotada de muchas cualidades, se dedicó al ejercicio físico excesivo. Al llegar a su segundo año con muy buenas calificaciones, vino la amenorrea, una excesiva sensibilidad al frío, cambios de carácter, irritabilidad, depresión e insomnio.

Dejo sus estudios para internarse en una clínica con un tratamiento costoso. 

Su rehabilitación duró un año y medio. Retomó la universidad avanzando lentamente y con un doloroso pronóstico, nunca podrá ser madre.

Desde el punto de vista psicológico este tipo de problemas alimenticios, pueden tener referencia con la primera relación de la madre con el bebé, estos sujetos que en su estructura llevarían alguna predisposición a presentar este tipo de trastornos, serían aquellos cuyas madres solo atienden sus necesidades físicas y no sus necesidades afectivas y espirituales.


Comentarios