Eliminar la angustia, es imposible en la vida, sobre todo la que se experimenta ante el deseo de cumplir con el deber y de llegar a la meta.
El tiempo y la angustia están relacionados.
Una persona decía "No tengo tiempo ni para rezar, ni para visitar, ni para conversar".
Como el mundo de hoy es complejo, hay que organizarse, poner prioridades. Un escritor de siglo pasado decía que es indispensable utilizar en ésta época dos herramientas, sentido común y agenda.
La vida de hoy es como un gran banquete, con muchas posibilidades de ver, de leer, de hablar con otros. En el banquete hay que ser selectivos, en los programas de Televisión o Internet porque podemos gastar nuestra vista inútilmente.
¿Qué leemos? El mismo riesgo puede ser que tenemos entre las manos basura, que afecta nuestra visión, a nuestra mente y a nuestra alma.
Los amigos? También seamos selectivos en las conversaciones con nuestros amigos. Platón decía que los amigos se convierten muchas veces en ladrones de nuestro tiempo.
La vista, la revista y la entrevista pueden ser nuestros mejores aliados en el aprovechamiento del tiempo, si sabemos utilizarlos juiciosamente. De otro modo, nos angustiaremos esterilmente porque no llegaremos a donde debemos ni haremos lo que nos propongamos.
En un accidente de tránsito, cayó del auto en que viajaba la agenda de un chico en la que había escrito la siguiente frase en latín: "Tempus breve est", es decir "El tiempo es breve".
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