Antonio Machado escribió estos versos:
"Caminante no hay camino, se hace camino al andar y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar"
La discapacidad es considerada en muchos casos como una intervención divina, en donde el ser discapacitado es entendido como una suerte de castigo o privilegio, lo que puede operar como defensa en dicho sujeto y en algunos de los que les rodean. Pero en general existe poca estima hacia la persona discapacitada y su familia.
Como resultado de esto, las personas discapacitadas, se ven a sí mismas como un objeto de poco valor y que merece poco respeto, lo que disminuye el desarrollo de su propia imagen y la confianza en si mismos.
Winnicott dice que no es el niño el que se percibe como defectuoso, sino que es su madre la que lo mira como defectuoso o no. Este autor, teoriza acerca del lugar de la madre como espejo del hijo, posibilitando que el niño se mire en ella. Pero cuando ésto no ocurre, como el caso de las madres depresivas, el niño mira a su madre intentando descifrar su estado de ánimo y no se ve a si mismo. Esto atenta contra sus posibilidades de creatividad y favorece la construcción de un falso "self".
Winnicott enseña como un niño nacido con dedos pegados (sindactilia) manifestó el deseo de ser amado tal cual era, para recién luego dejarse operar y poder trabajar mejor con sus manos, dejando ver claramente que lo traumático no sería lo quirúrgico, sino el no ser deseado como se es.
Otro joven decía, poco antes de una operación "Si me aceptaran como soy, no harían tanta historia con ésta operación. No estoy en contra de que me operen, pero lo que me duele es que siempre me están arreglando como si no les gustara como soy".
Volviendo a los versos "Caminante no hay camino", debemos aceptarnos y enriquecernos con las diferencias. "Cuando el individuo ya no tiene miedo de perderse, es cuando tiene más posibilidades de alcanzar realmente lo que uno es".
Tomado del libro "Discapacidad" de Martha Schorn
"Caminante no hay camino, se hace camino al andar y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar"
La discapacidad es considerada en muchos casos como una intervención divina, en donde el ser discapacitado es entendido como una suerte de castigo o privilegio, lo que puede operar como defensa en dicho sujeto y en algunos de los que les rodean. Pero en general existe poca estima hacia la persona discapacitada y su familia.
Como resultado de esto, las personas discapacitadas, se ven a sí mismas como un objeto de poco valor y que merece poco respeto, lo que disminuye el desarrollo de su propia imagen y la confianza en si mismos.
Winnicott dice que no es el niño el que se percibe como defectuoso, sino que es su madre la que lo mira como defectuoso o no. Este autor, teoriza acerca del lugar de la madre como espejo del hijo, posibilitando que el niño se mire en ella. Pero cuando ésto no ocurre, como el caso de las madres depresivas, el niño mira a su madre intentando descifrar su estado de ánimo y no se ve a si mismo. Esto atenta contra sus posibilidades de creatividad y favorece la construcción de un falso "self".
Winnicott enseña como un niño nacido con dedos pegados (sindactilia) manifestó el deseo de ser amado tal cual era, para recién luego dejarse operar y poder trabajar mejor con sus manos, dejando ver claramente que lo traumático no sería lo quirúrgico, sino el no ser deseado como se es.
Otro joven decía, poco antes de una operación "Si me aceptaran como soy, no harían tanta historia con ésta operación. No estoy en contra de que me operen, pero lo que me duele es que siempre me están arreglando como si no les gustara como soy".
Volviendo a los versos "Caminante no hay camino", debemos aceptarnos y enriquecernos con las diferencias. "Cuando el individuo ya no tiene miedo de perderse, es cuando tiene más posibilidades de alcanzar realmente lo que uno es".
Tomado del libro "Discapacidad" de Martha Schorn
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