Características físicas de las personas con Síndrome de Down

Los rasgos de la cara y el aspecto corporal de una persona con síndrome de Down, son inconfundibles. Las hendiduras de los ojos son oblicuas, la base de la nariz aplanada, un solo pliegue en la palma de la mano que la atraviesa, las manos y dedos cortos en los pies y en las manos. La lengua grande, sobresale y la boca pequeña. Las orejas pequeñas, la base del cráneo aplanada, el cuello corto y ancho. Una talla pequeña. En el libro de la Doctora Rosalía Arteaga, Jerónimo y los otros Jerónimos, nos da una visión exacta de la delicada fisiología de un niño down. "Un niño con Síndrome de Down necesita más que otro protección y cariño, tienen una inocencia perenne. Les gusta comer, prefieren los dulces y la leche tibia. Tienen dificultad para erguirse derechos, su cuello es poco firme, su cabecita se le cae sobre el pecho, sus progresos son siempre lentos, los ojos no siempre se mueven a la dirección adecuada, a veces la respiración no es uniforme sino agitada, unas veces viven y sobrepasan la adolescencia y en otras mueren en el camino".